Hector Ulecia Ascacíbar, es sucesor de un negocio familiar de panadería rural.

Recibió el legado de manos de su padre al ponerse al frente de “Las 100 Doncellas”, la panadería de Sorzano.

 

Héctor elabora el pan que vende en el despacho anexo al obrador y en numerosos pueblos del Camero Nuevo, a los que se desplaza diariamente.

 

 

También hace pastas y pasteles -sus milhojas han adquirido gran fama entre sus convecinos-;

mazapanes, siguiendo la receta de la abuela; bollos preñados y anisados; y bollos de San Blas… entre otras delicias del paladar, que bien acompañan la mesa cualquier ocasión.

 

 

Dicen de él sus clientes habituales, que es un trabajador incansable, amable y tenaz en el día a día,

y que las pastas de nata o vainilla con forma de corazón no tienen igual, siendo la delicia de los niños y no tan niños

(aunque también hablan maravillas de los los mantecados de almendra).

 

 

No somos capaces por decantarnos por uno solo de sus productos.

La mejor opción es acercarse a conocer su panadería, en la calle Mayor de Sorzano, o conocer de su trabajo a través de FB.