La Queleña: Tradición Dulce de La Rioja Desde 1943
En el corazón de La Rioja, en el pequeño obrador de La Queleña, fundado por Doroteo Yanguas en 1943, se mantiene viva una tradición que ha perdurado durante generaciones: la elaboración de los fardelejos, un postre que encapsula la esencia de la gastronomía riojana. Considerado como el símbolo por excelencia de la repostería local, este dulce no solo representa la herencia de la región, sino también el esfuerzo por proyectar esa tradición hacia el futuro.
La receta de los fardelejos tiene raíces profundas que se remontan a la época árabe. Su amor por los frutos secos, especialmente la almendra, se convirtió en el corazón de este dulce. En La Queleña, este legado ha sido transmitido de generación en generación, preservando la autenticidad de la receta. Aunque su preparación puede parecer sencilla, el proceso sigue siendo artesanal: un hojaldre finamente cortado en rectángulos se rellena con una mezcla de almendra molida, huevo y azúcar. El resultado, tras ser sellado con esmero, es un bocado lleno de sabores intensos que evocan la tradición de la tierra.
Innovación sin perder la esencia A lo largo de los años, La Queleña ha sabido adaptarse a las necesidades del mercado, incorporando maquinaria para asegurar la homogeneidad del producto. Sin embargo, este avance no ha interferido con el carácter artesanal y tradicional que caracteriza su producción. Cada fardelejo conserva ese toque casero, esa dedicación que viene desde los tiempos de sus padres.
Además de fardelejos, en La Queleña se elaboran otros productos icónicos como rosquillas, mantecados con almendra, pimientos secos choriceros y ciruelas pasas, todos elaborados con ingredientes completamente naturales recolectados en los valles riojanos. Esta conexión con la tierra es clave para lograr la calidad superior que ha posicionado a esta empresa familiar como líder en el mercado nacional.
Compromiso con la calidad artesanal El obrador cuenta con un certificado del Gobierno de La Rioja que lo reconoce como una empresa artesana, un distintivo que asegura que los procesos de elaboración siguen fielmente las técnicas tradicionales, con el mismo cariño y esmero que sus fundadores. Para disfrutar al máximo de estos dulces, se recomienda espolvorear azúcar sobre los fardelejos antes de consumirlos, un pequeño detalle que eleva aún más su sabor.
La filosofía de La Queleña es clara: llevar a los hogares productos de calidad superior, hechos como antaño, pero con la mirada puesta en el futuro. La dedicación a mantener la tradición y la excelencia ha hecho de esta empresa un referente de la repostería riojana.
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